Hubiera sido ideal el poder contaros que de pequeña soñaba con ser fotógrafa. Pero lo cierto es que no; mi pasión era la lectura, escribir poesía, escuchar a mi padre leer cuentos antes de ir dormir. Y también me encantaba mirar las estrellas por la noche y coleccionar fotos del universo.
La realidad es que ya entonces me fascinaban las historias y la belleza, aunque entonces la hallase más en las palabras que en las imágenes. Decidí estudiar Periodismo, sin saber muy bien lo que hacía. En la carrera descubrí una realidad muy dura que me hizo sufrir mucho y, a la vez, madurar. Me sorprendí disfrutando enormemente de las asignaturas relacionadas con la imagen, mucho más que con la escritura, que era lo que yo había considerado desde siempre como mi vocación.
Al principio busqué fotografías bonitas a nivel estético, porque me alejaban de la dureza de las historias con las que me había topado en Periodismo. Pero, poco a poco, algo cambió y pude volver a conectar con esa niña que observaba las estrellas y se quedaba absorta mirando cualquier cosa de su día a día: una luz cálida colándose por la ventana de la cocina, la textura de un vestido de mi madre, el color del cielo al mediodía.
Me he dado cuenta de que la belleza está ahora aquí mismo. La encuentro en todo aquello que es de verdad... en las sonrisas, en los abrazos fuertes y las miradas cómplices. Y las bodas son una auténtica fiesta de momentos bellos y felices. Así que ahora soy fotógrafa de bodas y pretendo guardarme cada instante bonito capturándolo en una foto. ¿Pero, sabes qué? Quiero que me contrates para contar tu historia, pero no voy a mentirte: nunca podrás revivir al 100% el día de vuestra boda, ni con diez mil fotografías documentándola.
El momento es el momento: irrepetible e incapturable (si es que existe la palabra).
Pero sí que puedo hacer algo por vosotros. Cuando la memoria se desdibuje, quizás entonces, mis fotos te harán cosquillas en la barriga y un atisbo de la emoción que sentiste volverá a ti. Abrirás el álbum y será la mejor excusa para contarle cómo ocurrió todo a esa personita que en ese momento aún no estaba en tu vida y que ahora es imprescindible.
El día de tu boda haré fotos para contar una historia... la vuestra. No busco que sepáis posar, ni que seáis "fotogénicos". No lo necesito. Solo necesito que seáis reales.